Estoy segura de que, alguna vez, escuchaste que en la necesidad es en dónde encontramos nuestras grandes pasiones. Justamente, eso fue lo que me paso a mí; en la necesidad encontré mi pasión.
Luego de dejar la universidad con tres años en Investigación Criminal, y participar en Miss Universe Puerto Rico 2015, no tenía ingresos para poder mantenerme. Recuerdo que, en mi pueblo, siempre me preguntaban cuándo abriría una academia de modelaje, a lo que siempre reaccionaba “¡uy! yo no quiero tener una academia”. Anteriormente, había trabajado en una, y veía todo el estrés que pasaba la secretaria; yo no quería ese estrés, no quería lidiar con presiones. Sin embargo, una tarde, en el negocio de uno de mis mejores amigos, vi que el local de al lado estaba vacío. Yo no tenía trabajo; había llevado resumes a un sin número de lugares, y no me llamaban. No tenía nada que perder con la idea que tenía hace mucho tiempo de ofrecer unos talleres de Pasarela y Autoestima. Así comenzó todo. Sin nada en mis bolsillos, una centavería en mi cuenta de banco y nada para invertir, pero con muchas ganas de ofrecer los talleres. Lanzamos la promoción, y con el depósito de los talleres compramos un espejo y unas cortinas para dividir el local. ¡Ah!, y las sillas fueron prestadas.
Comenzó lo que, inicialmente, serían dos días de talleres. Me enamoré de la dinámica, del proceso de las nenas, del entusiasmo y del brillo de sus ojos; de su ilusión de emprender, no solo una carrera en el modelaje, sino de estar en un espacio en el que aprendieran a amarse a sí mismas.
En ese momento comencé a recordar las veces que me sentaba, emocionadísima, en el balcón de mi casa, a mis 9 o 10 años, solo para ver pasar las nenas que iban a la academia de modelaje que quedaba justo al lado. La cual yo no podía ir porque mi mamá no la podía pagar. Recordé las veces que sentía rechazo en la escuela.
Recordé las veces que mi baja autoestima no me permitía defenderme de injusticias. Recordé cómo manejaba mi baja autoestima proyectando una falsa seguridad. Recordé cómo las opiniones de los demás controlaban mi autenticidad.
Recordé cosas que no me permitieron amarme, valorarme y aceptarme. Entonces dije que, si en mi estaba aportar una semilla del amor propio que a mí me faltó, para que las niñas de mi pueblo no sentirán lo que yo sentí, lo haría.
En ese entonces decidí continuar con lo que hoy es MODELS by Wilmary Monción. Una academia de modelaje a la que hoy llamamos “más que una academia”. Han sido más de 100 niñas con diferentes personalidades, sueños, baja autoestima, ganas de comerse el mundo, sonrisas y tristezas. Aun así, no hacían más que pisar ese espacio, y veían un lugar en el que podían descubrirse, amarse y creer en la belleza de sus sueños.
Han pasado 5 años desde que tomé la mejor decisión de mi vida. La que le da forma a las metas de cada niña que toma nuestros cursos. Ellas se contagian con la alegría de nuestro equipo de trabajo y, cuando reciben su diploma en la graduación, no solo cumplen con una meta, sino que cumplen con un compromiso consigo mismas. Se llevan herramientas y valores que, con el pasar de los años, las ayudarán a ser su mejor versión.
En MODELS buscamos, con el apoyo de todas nuestras estudiantes y de nuestro gran equipo de trabajo, ser una academia líder de transformación, amor propio y autenticidad. Queremos que todas las niñas del mundo sean capaces, y que tengan las herramientas necesarias para su desarrollo personal y alcanzar su autenticidad; piezas claves para que puedan lograr todas sus metas.
Para nosotros, es un honor ser parte de la formación de cada una de nuestras pasadas y actuales estudiantes. Deseamos que se amen, que descubran sus pasiones, que lleguen lejos y que la vida solo les regale aquellas experiencias que necesitan para ser mejores versiones cada día. Si algún día se pierden en el camino, aquí estaremos para guiarlas las veces que sean necesarias.
Recuerden siempre: espalda derecha, sonrisa grande y a comerse el mundo.
¡Gracias por darle vida a MODELS!